Consejos para el puerperio

Se llama así al período comprendido desde el Parto o Cesárea hasta el final de la “cuarentena”; durante este tiempo puede estar manchando, si bien en poca cantidad de color, a veces oscuro-achocolatado e incluso rojizo-sonrosado, no hay que darle excesiva importancia, salvo que sea abundante la pérdida de sangre. Cuando se levante por primera vez, después del Parto o la Cesárea puede que eche algún coágulo, no debe asustarse.
DUCHA. Puede hacerlo al día siguiente de haber dado a luz; en el caso de la Cesárea, es aconsejable, dependiendo del estado físico de la paciente, esperar 24-48 horas; en éste último caso, después de la ducha, deberá avisar a la Enfermera de la planta para que la cambie el apósito.

FAJA POSTPARTO (Prenatal). Deberá ponérsela, al día siguiente del Parto, en el caso de la Cesárea, deberá ponérsela, cuando comience a levantarse; en cualquier caso sólo es aconsejable llevarla cuando esté fuera de la cama o dejársela si se encuentra bien con ella. Deberá llevarla hasta que termine la “Cuarentena”, en el caso de la Cesárea, algo más de tiempo, hasta que puede realizar ejercicios de recuperación (más o menos a los 2 meses de la Cesárea).
EPISIOTOMÍA. La Episiotomía (corte que se da en el Parto), se cose con puntos que se caen solos, al cabo de unos 15-20 días, (el material que se emplea ahora para la sutura tarda más en caerse) hasta entonces, y mientras esté en el Sanatorio, se los lavarán 1 vez al día, independientemente de la ducha diaria. Cuando sea dada de ALTA del Sanatorio, deberá seguir lavándoselos con agua de sal gorda, procure secárselos bien, puede utilizar un secador, e incluso podrá echarse un poco de Betadine por la episiotomía, después del lavado; que se realizará una vez al día.
SI HA SIDO UNA CESÁREA, se puede duchar diariamente, aunque el apósito, no hay por qué cambiarlo todos los días; a las 48 horas de la cesárea, la herida, debe quedar al aire, no hay que taparla. Los puntos (seda, grapas, sutura intradérmica) le serán retirados, dependiendo del material empleado en un plazo comprendido entre los 7 y 14 días. Si es una sutura intradérmica, no hay que quitar puntos.
RECIÉN NACIDO. Una vez visto por el Pediatra en el Paritorio, le pasarán visita todos los días hasta que la paciente sea dada de alta por el Tocólogo; al niño le suelen dar el alta un día antes que a la madre. Al recién nacido, sobre las 22.30 horas, se lo llevan al Nido hasta las 06.30 horas, cuando lo devuelven a la habitación, no es obligatorio, pero sí aconsejable, el que se llevan al bebé, para que descanse la madre. Después de las 48 horas de vida, se le realizan la Primera y Segunda Prueba del Talón para la determinación de las Metabolopatías.
 Si es Usted paciente de Sanitas, cuando nazca su hijo, y si le van a dar de alta en Sanitas (puede hacerlo, llamando al 901 10 02 10) y SI POR ALGUNA CIRCUNSTANCIA EL NIÑO DEBE QUEDAR INGRESADO EN LA UNIDAD DE NEONATOLOGIA, AUNQUE SEA POR 24-48 horas, LA MADRE DEBERA IRSE CUANDO SEA DADA DE ALTA Y NO PEDIR QUEDARSE HASTA QUE SEA DADO DE ALTA SU HIJO.
CORDON UMBILICAL: Se cae entre el 7º-9º día, hasta entonces NO DEBERA BAÑAR AL NIÑO, hasta que no se le caiga, solo lo lavará con una esponja y por partes. El ombligo al aire
Una vez DADA DE ALTA, ya sea parto o cesárea deberá PEDIR CITA PARA CONSULTA.
Una vez en casa y si ha sido un Parto Normal, puede hacer una vida relativamente normal; no debe realizar esfuerzos exagerados; en el caso de las Cesáreas, la movilidad de la paciente estará más limitada, aunque puede salir de casa. En todos los casos después del embarazo y el parto, le habrá quedado Calcio, Hierro,Vitaminas B, etc... deberá seguir tomándolo hasta que se acabe.
RELACIONES SEXUALES. No debe tenerlas hasta que termine la “Cuarentena” ( para mi con 30 días basta) y una vez pasada ésta: CUIDADITO CON QUE LA MUJER LACTANTE NO QUEDA GESTANTE, deberán utilizar preservativos, óvulos, cremas espermicidas... Los anticonceptivos orales no soy partidario de mandarlos porque pasan a leche y el D.I.U, no se aconseja debido a que las pequeñas “contracciones”, que se suelen producir cuando se da de mamar pueden descolocar el D.I.U.
REVISION GENERAL
. (Exploración ginecológica y de mamas con toma de Citología, realización de la Ecografía y petición de Análisis), se realizará una vez que haya cesado la lactancia y recupere la menstruación. La Menstruación no se sabe si bajará mientras esté con la lactancia o al cabo de tiempo de haber cesado la lactancia, si es así, una vez que pase un mes de haber cesado la lactancia y no haber tenido la menstruación deberá pedir cita para la Consulta. También es aconsejable que, durante unos quince tras el parto o cesárea utilice compresas de algodón y que en la primera menstruación que tenga después del parto o cesárea, no utilice tampones.
SI NECESITA UN JUSTIFICANTE PARA LA BAJA MATERNAL, NO SE OLVIDE PEDÍRMELO.

SI SU MARIDO NECESITA UN JUSTIFICANTE, DEBERÁ PEDIRLO EN ADMISIÓN.

Una vez dada de ALTA, deberá abandonar la habitación, antes de las 12.00 horas y decírselo a la enfermera de la planta, para que la dé una tarjeta, con la que deberá acudir a Admisión.

Si tiene alguna duda, puede llamar al 91 5 10 23 42 ; los Lunes de 15.30 a 19.00 horas y los Martes y Miércoles de 09.00 a 12.00 y de 15.30 a 19.00 horas y los Jueves, de 15.30 a 18.00 horas o poner un e-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

RECOMENDACIONES PARA LA LACTANCIA MATERNA
¿POR QUÉ LA LACTANCIA MATERNA?
La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo recién nacido. No sólo considerando su composición sino también en el aspecto emocional, ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé amamantando constituye una experiencia especial, singular e intensa. Existen sólidas bases científicas que demuestran que la lactancia materna es beneficiosa para el niño, para la madre y para la sociedad, en todos los países del mundo.

La leche materna, contiene todo lo que el bebé necesita durante los primeros meses de la vida. Protege al niño frente a muchas enfermedades tales como catarros, bronquiolitis, neumonía, diarrea, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante o síndrome de muerte súbita del lactante, mientras el bebé esta siendo amamantando; pero también le protege de enfermedades futuras como asma, alergia, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa y arteriosclerosis o infarto de miocardio en la edad adulta y favorece el desarrollo intelectual..

Los beneficios de la lactancia materna, también se extienden a la madre. Las mujeres que amamantan pierden el peso ganado durante el embarazo más rápidamente y es más difícil que padezcan anemia tras el parto, también tiene menos riesgo de hipertensión y depresión postparto. La osteoporosis y los cánceres de mama y de ovario son menos frecuentes en aquellas mujeres que amamantaron a sus hijos.

Desde otro punto de vista, la leche materna es un alimento ecológico puesto que no necesita fabricarse, envasarse ni transportarse con lo que se ahorra energía y se evita contaminación del medio ambiente. Y también es económica para la familia, que puede ahorra cerca de 600 €, en alimentación en un año. Además, debido a la menor incidencia de enfermedades, los niños amamantados ocasionan menos gastos a sus familias y a la sociedad en medicamentos y utilización de Servicios Sanitarios y originan menos pérdidas por absentismo laboral a sus padres.

Por todas estas razones y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatria (APP), el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los 6 primeros meses de la vida del niño y continuar el amamantamiento junto con las comidas complementarias adecuadas hasta los 2 años de edad o más.

EL COMIENZO
Es importante que al niño se le ofrezca el pecho precozmente, a ser posible en la primera media hora tras el parto. Después de la primera hora, el recién nacido suele quedar adormecido unas horas.

Durante este tiempo, es recomendable que el bebé permanezca junto a su madre aunque no muestre interés por mamar y que se estimule el contacto piel con piel entre ambos. Así, puede ofrecerse el pecho tan pronto como se observe que el niño está dispuesto a mamar (movimientos de la boca buscando el pezón, hociqueo....) y no solamente cuando llore. El llanto, es un signo tardío de hambre.

¿SOLO PECHO?
Cualquier mujer puede ser capaz de alimentar a su hijo exclusivamente con su leche. La diferencia entre unos pechos grandes o pequeños, prácticamente, es la cantidad de grasa que contienen y no la cantidad de glándula productora de leche. Por otra parte, las causas que contraindican la lactancia materna ( algunas enfermedades o medicamentos...) son muy raras, casi excepcionales. Hoy en día, casi todas las enfermedades maternas tienen algún tratamiento que se puede hacer sin tener que suspender la lactancia (consulta a tu pediatra).

El principal estímulo que induce la producción de la leche es la succión del niño, por lo tanto, cuántas más veces se agarra el bebé al pecho de la madre y cuanto mejor se vacía éste, más leche se produce. La cantidad se ajusta a lo que el niño toma y a las veces que vacía el pecho al día. La calidad también varía con las necesidades del niño a lo largo del tiempo. Durante los primeros días, la leche es más amarillenta (calostro) y contiene mayor cantidad de proteínas y substancias antiinfecciosas; posteriormente aparece la leche madura. Su aspecto puede aparecer “aguado” sobre todo al principio de la toma ya que es hacia el final de la misma cuando va aumentando su contenido en grasa. Sin embargo, no existe la leche materna de baja calidad; ésta siempre es adecuada al bebé y es todo cuanto necesita.

Es importante, sobre todo al principio, que no se ofrezcan al niño chupetes ni biberones. Una tetina no se “chupa” de la misma forma que el pecho por lo que el recién nacido puede “confundirse” y posteriormente agarrar el pecho con menos eficacia (se utiliza distinta musculatura de succión con el chupete y el biberón que en el proceso de succión del pecho). Esto puede ser la causa de problemas tales como grietas en el pezón, mastitis y falta de leche a la larga. Tampoco es recomendable utilizar pezoneras. Las grietas surgen porque el niño se agarra mal al pecho, así que lo importante es corregir la postura (pide ayuda a tu pediatra, matrona, enfermera de pediatría o experta en lactancia). El uso de pezoneras acorta la duración de la lactancia y además la hace muy incómoda.

Un recién nacido sano no necesita más líquidos que los que obtiene de la leche de su madre, no es necesario, ni recomendable ofrecer agua ni soluciones de suero glucosado. Antes de darle “suplementos” o cualquier alimento distinto de la leche materna es conveniente consultar con el pediatra.

DURACIÓN Y FRECUENCIA DE LAS TOMAS
El tiempo que cada bebé necesita para completar una toma es diferente para cada bebé y cada madre y también varía según la edad del bebé y de una toma a otra. Además, la composición de la leche no es igual al principio y al final de la toma, ni en los primeros días de vida o cuando el bebé tiene 6 meses. La leche del principio es más aguada pero contiene la mayor parte de las proteínas y azúcares; la leche del final de la toma es menos abundante pero tiene más calorías ( el contenido en grasa y vitaminas es mayor). Tanto el número de tomas que el niño realiza al día, como el tiempo que invierte en cada una, es muy variable por lo tanto y no hay que establecer reglas fijas. Es mejor ofrecer el pecho “a demanda”. Un niño puede desear mamar a los 15 minutos de haber realizado una toma o por el contrario, tardar más de 4 horas en pedir la siguiente, aunque al principio, durante los primeros 15 ó 20 días de vida; es conveniente intentar que el niño haga al menos unas 8 tomas en 24 horas. Tampoco es aconsejable que la madre o quienes la acompañen limiten la duración de cada toma, el bebé es el único que se sabe cuándo se ha quedado satisfecho y para ello es importante que se haya tomado la leche del final de la toma. Lo ideal es que la toma dure hasta que el niño suelte espontáneamente el pecho.

Algunos niños obtienen cuanto necesitan de un solo pecho y otros toman ambos. En éste último caso, es posible que el niño no vacíe el último por lo que la toma siguiente deberá iniciarse en éste. Lo importante no es que el niño mame de los dos pechos sino que se vacíe completa y alternativamente cada uno de ellos, para evitar que el acumulo de leche pueda ocasionar el desarrollo de una mastitis y para que el cuerpo de la madre acople la producción de leche a las necesidades de su hijo. Por ello se recomienda permitir al niño terminar con un pecho antes de ofrecer el otro.

Aunque el niño tome el pecho muy a menudo o permanezca mucho tiempo agarrado en cada toma, ello no tiene porqué facilitar la aparición de grietas en el pezón si la posición y el agarre del niño son correctos.

POSICIÓN Y AGARRE DEL NIÑO AL PECHO
La mayoría de los problemas con la lactancia materna se deben a una mala posición, a un mal agarre o a una combinación de ambos. Una técnica correcta evita la aparición de grietas en el pezón.

Tomar el pecho es diferente que tomar el biberón; la leche pasa de la madre al niño mediante la combinación de una expulsión activa (reflejo de eyección o “subida de leche”) y una extracción activa por parte del bebé (la succión del bebé). El niño, para una succión efectiva del pecho, necesita crear una tetina con éste, la cual está formada aproximadamente por un tercio de pezón y dos tercios de tejido mamario. En la succión del pecho, la lengua del bebe ejerce un papel fundamental, siendo el movimiento de la lengua, en forma de ondas peristálticas (de adelante hacia atrás), el que ejerce la función de “ordeñar” los senos galactóforos, que es donde se acumula la leche una vez que ésta se ha producido. Para que esto sea posible, el recién nacido tiene que estar agarrado al pecho de forma eficaz.

Madre y niño, independientemente de la postura que se adopte (echada, tumbada...), deberían estar cómodos y muy juntos, preferiblemente con todo el cuerpo del niño en contacto con la madre (“ombligo con ombligo”). Una mala posición puede ser la responsable de molestias y dolores de espalda. El agarre se facilita colocando al bebé girado hacia la madre, con su cabeza y cuerpo en línea recta, sin tener el cuello torcido o excesivamente flexionado o extendido, con la cara mirando hacia el pecho y la nariz frente al pezón. En posición sentada, es conveniente que la madre mantenga la espalda recta y las rodillas ligeramente elevadas, con la cabeza del niño apoyada en su antebrazo, no en el hueco del codo. Es útil dar también apoyo a las nalgas del niño y no sólo a su espalda.

Una vez que el bebé está bien colocado, la madre puede estimular al bebé para que abra la boca rozando con sus labios con el pezón y a continuación, al desplazar al bebé suavemente hacia el pecho. El niño se prenderá más fácilmente si se le acerca desde abajo, dirigiendo el pezón hacia el tercio superior de su boca, de manera que pueda alcanzar el pecho, mientras que el bebé inclinando la cabeza ligeramente hacia atrás. Con esta maniobra, la barbilla y el labio inferior tocarán primero el pecho, mientras el bebé tiene la boca abierta. La intención es que el niño se introduzca en su boca tanto pecho como sea posible y coloque su labio inferior alejado de la base de pezón. En caso de pechos grandes puede ser útil sujetarse el pecho por debajo teniendo la precaución de hacerlo desde su base, junto al tórax, para que los dedos de la madre no dificulten el agarre del niño al pecho. De la misma forma, hay que tener la precaución de evitar que el brazo del niño se interponga entre éste y la madre.

Si el niño está bien agarrado, su labio inferior quedará muy por debajo del pezón y buena parte de la aréola dentro de su boca, la cual estará muy abierta. Casi siempre es posible observar que queda más aréola y visible por encima del labio superior del niño que por debajo de su labio inferior. La barbilla del niño toca el pecho y sus labios están evertidos (hacia fuera). De esta forma se asegura que el pecho se mantenga bien dentro de la boca del bebé y que los movimientos de succión y ordeño sean eficaces. Normalmente se nota que el bebé “trabaja” con la mandíbula, cuyo movimiento rítmico se extiende hasta sus orejas, y que sus mejillas se hunden hacia adentro sino que se ven redondeadas. Cuando el bebé succiona de esta manera la madre no siente dolor ni suquiera cuando tiene grietas.

Tampoco es conveniente presionar el pecho con los dedos haciendo “la pinza” (como quien sujeta un cigarrillo) ya que con esta maniobra se estira el pezón y se impide al niño acercarse lo suficiente para mantener el pecho dentro de su boca. Si ligeramente en dirección hacia el otro pecho para solucionar el problema.

En el caso de madres con pezones planos, la succión del niño es suficiente para crear una tetina con el pecho, como ya se ha explicado, por lo que el uso de pezoneras no resulta útil en la mayoría de los casos.

OTRAS RECOMENDACIONES
La única higiene que necesita el pecho materno es la que se realiza con la ducha diaria. Después de cada toma no es necesario lavar los pechos con jabón, tan sólo secarlos. Posteriormente pueden ser útiles los discos absorbentes, cambiándolos tantas veces como sea necesario.

La madre no necesita variar sus hábitos de comida o de bebida. Es posible que la madre tenga más sed, pero no es necesario beber a la fuerza. Sólo en caso de alergias podría ser necesario suprimir algún alimento de la dieta de la madre.

Un trabajo duro o estresante puede interferir con la lactancia materna, de modo que resulta muy beneficiosa cualquier ayuda que pueda ofrecerse a la madre para descargarla de otro tipo de tareas, bien por parte del padre u otros miembros de la familia. La ayuda, el apoyo y la compresión del padre y de otros familiares (abuela, hermanas, amigas) son elementos esenciales para el buen desarrollo de la lactancia.

En algunas ocasiones, puede ser útil que la madre aprenda a extraerse la leche, bien para guardarla y que alguien alimente al bebé cuando la madre no pueda hacerlo, o bien para aliviar las molestias producidas por un acumulo de leche excesiva en periodos en los que el apetito del bebé disminuye, evitando así que se produzca una mastitis. La extracción de la leche puede hacerse de forma manual o mediante un sacaleches (consulte a su pediatra, matrona, enfermera de pediatría o experta en lactancia). La leche materna puede conservarse en el frigorífico 2 días y congelada entre 3-6 meses en función de la temperatura.

Si la madre es fumadora, este es un buen momento para dejarlo. Si ello resulta imposible, es preferible fumar justo después de la toma y no hacerlo en presencia del niño. Siempre será mejor que darle una leche artificial. Los niños que permanecen en ambientes con humo tienen mayor incidencia de infecciones respiratorias agudas y de asma.

Lo mismo puede aplicarse al alcohol, aunque si la madre solo bebe ocasionalmente y de forma moderada, probablemente no le costará ningún esfuerzo para dejarlo por completo.

DIFICULTADES CON LA LACTANCIA
En algunos casos, la lactancia puede ser más difícil, pero no imposible, bien porque el niño ha tomado ya biberones o ha usado chupete o pezoneras o a causa de algún problema específico; prematuridad, gemelos, labio leporino, síndrome de Down... En estos casos, es conveniente que consulte precozmente con su pediatra, matrona, enfermera de pediatría o experta en lactancia.

Es posible alimentar con lactancia materna exclusiva a dos hermanos gemelos. En este caso, el estímulo de la succión será doble y por tanto habrá doble producción de leche. Durante los primeros días, es probable que resulte más cómodo dar de mamar a ambos niños a la vez, para lo cual es conveniente aprender y probar diferentes posiciones que permiten hacerlo cómodamente con ayuda de almohadas. Posteriormente, puede ofrecerse el pecho a uno y otro hermano alternativamente. Cuando hay más de dos hermanos, puede haber mayor dificultad para la lactancia materna exclusiva y probablemente la madre necesitará más ayuda.

En los partos mediante cesárea, la “subida de la leche”, suele demorarse un poco más por lo que es importante ofrecer el pecho lo más precozmente posible, que el bebé esté junto a su madre en contacto “piel con pile” y que se le permita agarrarse al pecho cuando muestre signos de querer mamar. Puede ser útil amamantar en la cama de costado para disminuir las molestias ocasionadas por las suturas. No es necesario ofrecer al niño suplementos durante los primeros días ya que ello puede perjudicar la normal instauración de la lactancia materna.

Las técnicas y conocimientos acerca de la lactancia materna también están disponibles en la comunidad y existen grupos de apoyo a la lactancia en los que las madres con experiencia pueden ayudar a otras madres a resolver problemas o dificultades para amamantar con éxito, complementando así la asistencia proporcionada por los profesionales de la salud.


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